En ADECANA consideramos que, cuando se termina la temporada de caza, no debemos abandonar nuestros cotos y debemos aprovechar esta época del año para realizar las labores necesarias para mejorarlo. Para que nos hable de estos trabajos contamos con la presencia de Miguel Iñigo, socio desde la fundación de ADECANA, con más de cincuenta años de experiencia como cazador y más de cuarenta dedicado, principalmente, a la caza mayor en sus diferentes modalidades. Estas son sus opiniones y sus palabras:
Todos los años, cuando se termina la temporada de caza y basándonos en las experiencias de la anterior, debemos hacer las labores que preparen y mejoren nuestro coto para la próxima temporada, con la finalidad de conseguir que la caza y en particular las batidas de caza mayor sean más seguras y eficientes:
Seguras: La caza, en contra de una opinión generalizada, es una actividad muy segura, con muy poca siniestralidad, como lo demuestran las estadísticas. A pesar de ello debemos aplicar todas las normas de seguridad necesarias para reducir el riesgo de sufrir accidentes al mínimo inevitable. La seguridad debe ser nuestra prioridad en las batidas.
Eficientes: La caza es la expresión de un instinto consustancial con nuestra naturaleza humana, somos cazadores desde nuestro origen. Actualmente y sobre todo en la caza mayor, debemos actuar también como reguladores o limitadores de las poblaciones de unos animales que, potencialmente, son capaces de provocar graves problemas, daños en la agricultura y en la naturaleza, transmisión de enfermedades al ganado doméstico y accidentes por atropello.
Estas labores deberán estar terminadas a finales de junio para que la fauna, que es muy sensible a cualquier cambio en su territorio, se acostumbre a ellos antes del comienzo de la siguiente temporada de caza. También deberán ser respetuosas con la naturaleza y con las normas legales vigentes. Consisten en:
TRABAJOS QUE DEBEMOS REALIZAR:
Limpieza de sendas y caminos: El crecimiento natural de la vegetación va cerrando, poco a poco, las sendas y caminos haciéndolos impracticables. No se trata de abrir grandes caminos, sino de despejarlos para que transitar por ellos sea cómodo.
Marcación clara y limpieza de los puestos de tiro: Para marcar los puestos utilizaremos materiales que no se degraden, con esto conseguimos que no haya dudas en la colocación de los cazadores, que por seguridad no deben moverse del puesto asignado. También despejaremos, moderadamente, las zonas de tiro, para tener buena visibilidad.
Cambios de localización de los puestos de tiro: Por motivos de seguridad o cuando la experiencia nos demuestre que ha habido cambios en los desplazamientos de los animales, debemos cambiar la posición de los puestos de caza.
Colocación de puestos elevados: Cuando la vegetación lo permita y aconseje, zonas de matorral, cultivos de alto porte, etc. debemos colocar puestos elevados, con 1,7 o 2 metros de altura es suficiente, para mejorar la visibilidad, enterrar las balas con un ángulo de impacto mayor, disminuyendo el riesgo de rebotes y asegurándonos de que el cazador no se mueve del sitio asignado, cuestión muy importante para la seguridad en una batida.
Delimitación de los ángulos seguros de tiro: En cada puesto debemos marcar claramente las zonas y ángulos en los que podemos disparar con seguridad. Respetando un ángulo mínimo de seguridad, de 30 grados, respecto a nuestros compañeros.
Delimitación de los ángulos de tiro prohibidos: También debemos marcar, claramente, los ángulos donde el tiro estará prohibido por razones de seguridad.
Preparación de las zonas de aparcamiento de los vehículos: Generalmente nos desplazamos, hasta la proximidad del puesto, individualmente o por armadas, en vehículos que deben disponer de espacios habilitados para su aparcamiento, donde no estorben ni a la circulación ni al desarrollo de la cacería.
Acondicionamiento de un punto de reunión para los cazadores: La caza y sobre todo las batidas suponen la reunión de varias personas. Es muy importante disponer de un espacio, a poder ser cubierto y cerrado donde nos podamos reunir para organizar la cacería e impartir las consignas de seguridad y, posteriormente, tener nuestras reuniones sociales, almuerzos, comidas etc. Conviene que este espacio disponga de una amplia zona de aparcamiento próximo y no moleste a los vecinos no cazadores.