La gestión que se realiza en la actualidad de la perdiz roja en España está poniendo en riesgo el futuro de la especie, según consideran expertos en un artículo publicado por la revista científica 'Ecosistemas'.
Así, señalan que a pesar del ocio y el movimiento económico que produce su caza, la gestión actual reduce los beneficios potenciales de la actividad y evidencia la necesidad de revisar el criterio de gestión basado más en opiniones y tradiciones que en criterios técnicos con fundamento científico.
El artículo, 'La perdiz roja en España: especie cinegética y amenazada', denuncia la falta de aplicación de protocolos de control genéticos y sanitarios eficientes en las granjas y añade que la Política Agraria Europea es una herramienta "clave" para re-dirigir la gestión agraria y para mejorar la vegetación y suministro alimentario en los hábitat.
La población de perdiz roja ha disminuido en el medio agrario un 50 por ciento desde 1973 y, aunque no es una especie amenazada, el ecólogo de la Universidad Complutense de Madrid Javier Viñuela califica su estado de "delicado".
Por ello, considera que la necesidad principal es cambiar la gestión agraria y apoyar una mayor multifuncionalidad de los paisajes rurales, algo que se pretende potenciar en Europa con un PAC "realmente comprometida con la conservación de la biodiversidad en ecosistemas agrarios como principal herramienta financiera y, con un Gobierno de España que creyera en ello".
El artículo advierte de la falta de identificación de las perdices de granja que se sueltan en el campo y piden que se establezcan sistemas obligatorios de marcaje y regular la suelta desde granjas porque no contribuye a mantener las poblaciones silvestres.
La perdiz roja genera una actividad económica de unos 1.150 millones de euros al año, más del 25 por ciento del total generado por la caza en su conjunto. Se calcula que cada año son abatidas entre dos y tres millones de ejemplares, una cifra que solo es superada por el conejo de monte.