FACTORES QUE ESTAN OCASIONANDO UN CAMBIO EN LA PASA DE LA PALOMA TORCAZ
La migración de las aves consiste en los viajes estacionales que cada año realizan muchas especies de aves, entre ellas la Paloma Torcaz, lo cual no es más que una adaptación evolutiva que tienen las aves ocasionada por los cambios estacionales y la disponibilidad de alimento.
Se denomina “fiebre azul” en el argot de la cinegética la inquietud y el nerviosismo generalizada que provocan entre los aficionados a la caza en puesto los bandos de palomas torcaces con su característico gris azulado que a lo largo del mes de octubre y principios de noviembre cruzan los collados de las montañas de Navarra. Sus síntomas son el buscar y consultar las mínimas señales de su posible paso así como de la meteorología más favorable, llenando todos los foros de Internet posibles de cazadores con sus relatos, experiencias y opiniones. Lo que, por otra parte, permite conocer cómo transcurre la temporada con cierto grado de fiabilidad.
Si bien las fechas más propicias para la caza de la paloma torcaz tradicionalmente ha sido las fechas cercanas al 12 de octubre, festividad de la Virgen del Pilar, decreciendo paulatinamente conforme se acerca el fin de mes, desde hace unos 20 años cada vez es más frecuente que el grueso de la pasa se atrase a finales con golpes de pasa muy fuertes aprovechando los días de viento norte procedentes de los bandos que ha aguantado en el sur de Francia alimentándose en los inmensos maizales de la región de las Landas.
ASPECTOS QUE CONDICIONAN LA PASA DE LA PALOMA TORCAZ
En opinión de ADECANA y de muchos expertos consultados, las causas de los cambios que en los últimos años está teniendo la pasa son las siguientes:
La presión cinegética. Hace unos 30 años los bandos de palomas llegaban a los collados del Pirineo navarro prácticamente sin tirotear al estar prohibido en Francia el instalar puestos por encima de una altitud, llegando totalmente confiadas y bajas, pero desde que se eliminó esta prohibición hoy en día una paloma que llegue a la frontera desde las Landas puede haber tenido que pasar por más de 30 líneas de puestos, donde al ser tiroteadas, las obligan a elevarse y dado que los vientos suelen tener componente del oeste, cada ráfaga las eleva y las manda hacia la izquierda, forzándolas a recorrer rutas alternativas a través de otros subvalles más occidentales, lo que ha llevado a que hayan disminuido las capturas en los lugares antaño tradicionales, pero que han elevado de forma espectacular en los collados por donde ahora intentan cruzar, como ocurre en los cotos de la regata del río Bidasoa, incluso por Gipuzkoa, donde se las puede incluso cruzar por el mar, desde donde se dirigen hacia las Sierras de Burgos y la Demanda en busca de sus cuarteles de invierno en el centro y sur de la península.
La influencia del maíz de las Landas. Tal como indican los compañeros del Blog de cazadores Fiebre Azul, las plantaciones de maíz de las Landas están influyendo mucho en la migración de estas aves, las cuales han pasado en este país de tener de tener un 20% de la superficie agrícola a tener un 63%, la cuando se cosecha se estima que 5%-8% de grano cae al suelo, ocasionando una gran cantidad de alimento que gusta y retiene allí a las torcaces.
Haciendo un repaso en su recorrido, es a mediados de septiembre cuando estas aves empiezan a juntarse en los bosques del norte de Europa, Rusia y Bielorrusia para a finales de septiembre y principios de octubre, comenzar su gran viaje migratorio. Tras cruzar de norte a sur países como Polonia, Estonia, Alemania, Bélgica, países bajos, Italia…, muchas de ellas llegan a Francia, y más concretamente a la zona de la reserva de Las Landas, donde encuentran abundante maíz, algo de bellota, agua y buenas dormideras ,haciendo un alto en el camino que parece que cada vez se demora más antes de cruzar los Pirineos, ocasionando que al contrario de lo que ocurría años atrás, que en vez de ser una pasa continua a lo largo de los días, las palomas aguantan allí todo lo que pueden, y cuando por el frio y la recogida de las cosechas ya no pueden aguantar más, ponen rumbo a los collados pirenaicos en grandes bandos aprovechando los días de viento norte a gran altura.
El factor meteorológico. El cambio climático. No hace falta ser un experto meteorólogo, para darnos cuenta que el clima está cambiado. De hecho, son dos grados más cálidos de media que hace 30 años, lo que hace que ahora los inviernos sean ahora más suaves, así como el espectacular aumento de los cultivos intensivos en toda Francia y en resto de Europa. Esto hace que un cada vez mayor número de aves no se tengan que desplazar al sur en busca de alimento, perdiendo parte del espíritu migratorio que tenían hace años. Antiguamente cruzaban el Pirineo unos 10 o 12 millones de palomas, pero hoy en día ha disminuido hasta los 3 o 4 millones, e incluso actualmente menos. A ello le tenemos que sumar que cada vez haya más palomas torcaces que no emigran que han pasado a habitar las ciudades donde tienen más defensa y alimento, siendo prueba de ello Zaragoza, Huesca, Madrid, Valladolid, Palencia, toda Cataluña, etc...
Los parques de molinos eólicos. En opinión de ADECANA y de las Sociedades de Cazadores que pueden verse afectadas por ello, la gran cantidad de parques eólicos que se han instalado en Navarra, así como los macro proyectos de nuevos en valles fundamentales para la migración de las aves taponan sus vías migratorias están afectando a la migración de las aves, obligándolas a variar las rutas tradicionales por donde cruzaban, por lo que desde esta Asociacion entienden que este tipo de grandes estructuras que afectan a cientos de puestos de paloma migratoria deberían de someterse a unos estudios de impacto ambiental mucho más estrictos.
ADECANA