MAS DE 100 AGRUPACIONES DEL CAMPO SE HAN DIRIGIDO A LAS AUTORIDADES COMPETENTES
EN DEFENSA DEL SECTOR
Con fecha de 20 de abril de 2020 un importante sector del Mundo Rural y de la caza entre los que se encuentran empresas cinegéticas, Organizaciones de Ganaderos y agricultores, Sindicatos Agrarios, Federación de Pequeños Municipios, y Asociaciones de la Caza Social y Gestión Cinegética, como ALMA RURAL; la Unión Nacional de Asociaciones de Caza (UNAC) y ADECANA, apoyados por los equipos científicos y técnicos con los que cada una de ellas trabaja y colabora han remitido a las autoridades competentes del estado y de las Comunidades Autónomas un Manifiesto en defensa del Mundo Rural y la caza.
En el mismo hacen referencia a que determinados colectivos ecologistas, que se podrían denominar “animalistas”, pretenden aprovechar cualquier momento para tergiversar la verdad y disfrazar la realidad, y todo ello, única y exclusivamente para intentar cumplir las ideas que enarbolan en aras a mantener su existencia y necesidad.
Frente a ello manifiestan que es evidente que el COVID 19 hace que determinadas actividades denominadas lúdicas y de ocio deban ser reguladas o suspendidas de forma que eviten contagios innecesarios restringiéndolas de acuerdo con los consejos sanitarios, que hoy es lo más importante, pero lo que es inadmisible es que tergiversen y mientan al referirse a la actividad de la caza, que ya ha quedado acreditado que es una actividad necesaria, más si cabe en esta pandemia al incrementarse su necesidad, sino durante cualquier periodo permitido porque la caza sigue siendo la mejor herramienta, por no decir la única, para gestionar, conservar y controlar la fauna salvaje considerada como cinegética.
La idea sigue siendo confundir a la población manifestando que la caza es un deporte, y ante ello les responden rotundamente que no es ningún deporte y así ha sido ya declarado, manteniendo esa afirmación porque se hace ejercicio físico o porque se debe estar en buena forma para el ejercicio de determinadas modalidades, lo que sería tan absurdo como afirmar que la gente que trabaja en el campo son deportistas porque hacen muchos ejercicio físico en el desarrollo de su labor.
Ante su extrañeza que sean las Comunidades Autónomas las que puedan regular el ejercicio de la caza dentro de sus territorios, les contestan que no es que les extrañe o que les moleste, es que no les conviene, indicando que son los sectores de la agricultura y la ganadería cuando resultan afectados los que solicitan la intervención de los cazadores y que ha sido apoyado por el Gobierno y las Comunidades Autónomas para minimizar el daño en sus cosechas o el ganadero en sus pastos e incluso en los piensos utilizados para alimentar al ganado.
CRITICAS A LOS ATAQUES ANIMALISTAS POR LAS AUTORIZACIONES PARA CONTROL DE DAÑOS
Frente al apoyo que estos grupos animalistas hacen de la utilización de métodos alternativos les contestan que ha sido un auténtico fracaso del que poco se les oye hablar. ¿Quién no recuerda la famosa vacuna para esterilizar a las jabalinas de Cataluña y el éxito rotundo que manifestaban tener, éxito que terminó cuando empezaron a aparecer las hembras de jabalí esterilizadas seguidas de sus rayones?
Les contestan que las preguntas que ellos mismo se hacen no tienen ni pies ni cabeza, ni la forma de acreditar los daños insultando a los perjudicados y a los cazadores demostrando un desconocimiento total y absoluto del campo, manifestando que la falta de conejos en determinados lugares se debe a la presión de los cazadores, cuando el principal de sus motivos ha sido la mixomatosis que se utilizó en su momento como “medio alternativo” en Francia para evitar ataques a cultivos y que ahora ha pasado a las liebres o la enfermedad hepática del conejo.
Es por ello, manifiestan que en ningún caso debe prohibirse estas autorizaciones para aminorar los daños en explotaciones agrícolas y pecuarias, por supuesto, manteniendo las indicaciones que las autoridades sanitarias y administrativas hagan cumplir para evitar los contagios.
CONTROL POBLACIONAL Y ZOONOSIS
Las poblaciones de animales silvestres, principalmente las especies cinegéticas, constituyen un problema cuando las densidades son elevadas, ya que pueden provocar daños de consideración en la agricultura y ganadería, siendo además una importante fuente de difusión de enfermedades, propias de estas especies, a los animales domésticos y, en ocasiones también, con graves repercusiones para el hombre.
Algunas de estas enfermedades causan importantes problemas sanitarios, tanto sobre los animales de renta como sobre la salud pública, por lo que están más que justificadas las razones por las que se debe practicar un exhaustivo control poblacional, seguimiento y vigilancia sanitaria de la fauna salvaje.
Las vías de transmisión e introducción de estas enfermedades en la salud humana pueden ser, por contacto (directo o indirecto) o por ingestión. Algunas de las más importantes son:
BACTERIANAS: Como la Tularemia: liebre y roedores; Salmonelosis: anátidas y otras aves; Brucelosis: cérvidos, jabalíes y liebres; Tuberculosis: cérvidos, jabalíes y tejones; Enfermedad de Lyme: corzo.
VÍRICAS: como la Rabia: zorro y lobo.
PARASITARIAS: como la Triquinelosis: jabalíes y liebre; Equinococosis: zorro y lobo.