CURSO DE PREVENCIÓN DE RIESGOS Y SEGURIDAD EN LA CAZA REALIZADO
EL VIERNES 9 DE SEPTIEMBRE EN EL VALLE DE SALAZAR
El pasado viernes, 9 de septiembre, ADECANA realizó en la sede de la Junta General del Valle de Salazar, un curso de prevención de riesgos y seguridad en la caza, orientado principalmente a las batidas de caza mayor, pero que también tiene aplicación en otras modalidades de caza, acudiendo al mismo cazadores de los valles de Salazar y Roncal. Con una duración de dos horas y cuarto, la exposición se vio apoyada con abundantes diapositivas y vídeos.
Toda actividad humana conlleva el riesgo de sufrir accidentes, el riesgo “0” no existe, incluso en la vida doméstica se pueden producir graves lesiones y la caza no es una excepción. Los cazadores estamos acostumbrados a que se hable de la peligrosidad de nuestra afición, no solamente en el ámbito familiar o entre amigos, también la Administración aplica, en algunas ocasiones y de forma errónea e injusta, el calificativo de “actividad peligrosa” a la caza. La realidad es muy diferente, las estadísticas demuestran que la siniestralidad en la caza es muy baja, mucho más baja que en otras actividades humanas. El ciclismo, motociclismo, esquí, montañismo o cualquier deporte de los llamados “de riesgo” tienen una siniestralidad mucho más alta, pero los muy escasos accidentes que se producen en la caza tienen una gran repercusión mediática y social.
Al ser la caza una actividad que se desarrolla en la naturaleza, la mayor parte de las lesiones que se producen al practicarla son pequeñas heridas, quemaduras y traumatismos como los esguinces. En muy pocas ocasiones las lesiones son más graves y requieren atención sanitaria. Este tipo de lesiones son comunes a las que pueden sufrir cualquier persona que se mueva por el campo o monte, agricultores, ganaderos, montañeros, excursionistas, etc. Son muy escasos los accidentes que requieren una evacuación urgente y las lesiones debidas al uso de armas son muy escasas, prácticamente inexistentes.
Se analizaron los diferentes factores que pueden suponer un riesgo para el cazador. El terreno con sus barrancos, el barro, los ríos, la circulación por pistas forestales, los puestos de tiro elevados, etc. La climatología, el frio, calor, lluvia, nieve, viento, tormentas, etc. El contacto con los animales, mordeduras, cornadas, coces, parásitos e infecciones transmitidas, etc. Nuestra salud, teniendo en cuenta la edad, enfermedades, dietas especiales, etc. Las armas y municiones, su correcto mantenimiento y las normas de seguridad al usarlas, su custodia en casa y cuando las transportamos en nuestros vehículos o en el campo. Todos ellos son factores que pueden provocar accidentes y lesiones. Durante el curso que imparte ADECANA se insistió mucho en la colocación los puestos de caza de forma segura, aprovechando el terreno y respetando un ángulo de seguridad igual o superior a 30º con los compañeros. Se recomendaron realizar trabajos en el coto fuera de la temporada de caza, limpieza y modificación (si es conveniente) de los puestos y las sendas, señalización del coto, etc. También se dieron unos sencillos consejos de primeros auxilios para resolver las pequeñas lesiones que se pueden producir en el campo y de comportamiento ante lesiones más graves, que necesiten atención sanitaria, para facilitar su tratamiento posterior y no agravar la lesión. Cuando cazamos, como en cualquier otra actividad, debemos aplicar permanentemente todas las medidas de prevención y prudencia necesarias para conseguir reducir el número de accidentes al mínimo inevitable.
Los cazadores tenemos, en general, muy buena formación. Para practicar nuestra actividad es necesario superar un examen, que en Navarra lo organiza el Departamento de Desarrollo Rural y Medio Ambiente, para la obtención de la licencia de caza y a continuación otro examen teórico y práctico, organizado por la Guardia Civil, para obtener la licencia de armas. También debemos tener en consideración que la transmisión de conocimientos entre generaciones de cazadores es muy alta y siempre se hace especial referencia a las normas de comportamiento y seguridad, pero debemos luchar contra un peligroso enemigo, el exceso de confianza generado por los muchos años de experiencia y de práctica que, al igual que en cualquier otra actividad lúdica o profesional, provoca una falta de atención y es la causa de gran parte de los accidentes, pensemos en los accidentes de tráfico, laborales, deportivos, etc. muchos de cuales se producen por este motivo.
Desde su fundación, uno de los fines de ADECANA, junto con la defensa de la naturaleza y de una caza social, sostenible, de gestión y no competitiva, es la formación integral del cazador en todos los aspectos relacionados con nuestro instinto y afición. La prevención de los escasos accidentes que se producen y la seguridad al practicar la caza es uno de nuestros principales objetivos, habiendo impartido varios cursos sobre esta materia, en Navarra y en otras Comunidades Autónomas, pero este ha sido el primero que hemos realizado después de la pandemia por el coronavirus. Este paréntesis obligado nos ha servido para revisar, ampliar y mejorar la exposición de esta materia, que creemos muy importante, diríamos que imprescindible, para todo cazador. Deseamos a todos los compañeros una feliz y segura temporada de caza y estamos a disposición de todas las asociaciones de cazadores de Navarra para, que poniéndose en contacto con ADECANA, organizar cursos en sus localidades o valles.
Un artículo de ADECANA