HAY QUE LLEGAR A ACUERDOS DESDE EL RESPETO Y LA COLABORACION
En los últimos años, debido al abandono del campo y la implantación de nuevas zonas de cultivo y regadíos en los cotos de Navarra hay cada vez una mayor abundancia de caza mayor y por consiguiente de practicantes de batidas de caza mayor. A su vez, dado el declive de especies de caza menor como la perdiz y la codorniz, esto ha ocasionado que hayan aumentado mucho el número de becaderos, y dado que ambas modalidades se desarrollan en el mismo territorio, es decir en manchas boscosas, en otros los jabalineros acusan a los becaderos de ocasionar interferencias en las batidas de caza mayor. Por ello, desde ADECANA aconsejan que en aquellos casos en los que existe una mayor problemática, siendo esto cada vez más habitual, que las sociedades regulen el acceso a cada tipo de caza para que la práctica de ambas modalidades coexistan la mayor normalidad posible, siendo esto posible desde el respeto y la colaboración entre todos ellos.
Por una parte hay que tener en cuenta que al colectivo de becaderos la Orden de Vedas les permite cazar todos los días en zonas boscosas desde el 12 de octubre hasta el 31 de enero, y por otra las cuadrillas de caza mayor que pueden cazar en las zonas habilitadas para ello denominadas “resaques”, jabalí corzo, ciervo y zorro, solo pueden cazar los jueves, sábados, domingos y festivos desde el 15 de agosto hasta el 27 de febrero, por lo que existen una serie de meses donde ambas modalidades corren el riesgo de solaparse, siendo por lo tanto aconsejable que los gestores de los acotados establezcan algun tipo de sistema para compaginar estas dos modalidades de caza.
La cosa de complica cuando la interferencia se produce entre socios de igual rango, y más aún cuando se trata de tarjetas de caza de subastan los ayuntamientos a las que acceden cazadores ajenos al coto de cazadores tras haber abonado por ello una cantidad importante de dinero.
En los cotos donde hay pocos becaderos no suele haber grandes problemas ya que además antes de ir a cazar suelen preguntar dónde se va a celebrar batida para ir a otra parte del coto, pero en algunos sobre todo del norte de Navarra donde por tradición o porque hay muchos más jóvenes aficionados las sordas, y sobre todo donde la mayor parte de sus bosques son de hayedos donde los jabalíes cuando se les levanta de sus encames tardan mucho más en volver a encamarse, es donde más conflictos de este tipo se producen.
Ejemplos de acuerdos que suelen adoptar las sociedades
Uno de los sistemas más habituales es dividir el coto por resaques de jabalí, (la becada solo se puede cazar en zonas boscosas) y a través de la Junta directiva mediante comunicaciones en el grupo de Wasap de la Sociedad, reservar un % de las mismas, habitualmente donde se están viendo esos días mas rastros de jabalí para la caza mayor, donde no se permite entrar a cazar en ella a los becaderos hasta que se acabe la batida de caza mayor, y así sucesivamente hasta ir rotando las diferentes zonas del coto. Esta es una forma de regularlo se aplica cada vez en más cotos con buenos resultados y armonía entre los socios.
Otro sistema que otros utilizan es reservar una serie de manchas para unos y otras para otros, alternándolas cada mes. Cada coto es un mundo con sus peculiaridades y lo mejor es “hacer un traje” según las necesidades de cada uno según su conveniencia.
En algun coto nos han comentado, que lo tiene regulado de tal forma que los días que se celebra batida de caza mayor en una parte del coto, no puedan empezar a cazar los becaderos hasta que las posturas de caza mayor estén colocadas, consiguiendo con ello que si los de la caza menor mueven alguna res de caza mayor, puedan ser objeto de captura al pasar por los puestos. Aunque esto es algo que puede colisionar con la seguridad que debe imperar en toda actividad cinegética.
Como cada coto es un mundo, incluso hay otros que como las batidas de caza mayor se llevan a efecto los jueves, sábados y domingos, y los becaderos pueden cazar todos los días de la semana, no se permite la caza de la becada los jueves, ni los viernes, dejando más tranquilo el monte con anterioridad a los resaques.
Otra interesante solución que nos han comentado que se aplica en otras sociedades y que también es muy interesante, dado que por Ley 12% de los cotos se debe incluir como “Reserva”, y si encima se colocan en zonas de encino y roble que les gusta menos a las becadas y mucho a los jabalíes, en ellas se puede instalar una refugio de caza menor, pudiéndose llevar a cabo solo la mayor, solucionando en parte el problema de estas interferencias.
Argumentaciones de cada uno de ellos
Si bien los jabalineros se quejan de que los becaderos mueven con sus perros la caza mayor, estos a su vez argumentan que si bien los ciervos se pueden mover más fácil, en lo que respecta al jabalí, esta especie se mueve mucho menos, argumentando que si a los jabalineros con perros específicos para ello les cuesta sacarlos de las espesuras, como van a hacerlo con los setters de becada, y que de hecho en algunos cotos donde antes había menos becaderos, cuando por el transcurso de los años estos han aumentado, se siguen abatiendo prácticamente el mismo número de jabalíes. Por el contrario los jabalineros se quejan de que están todos los días moviendo la caza consiguiendo que no se fijen al terreno entorpeciendo las cacerías. Donde sí que parece que esta afección es mucho mayor es en aquellos cotos del norte con montes abiertos de hayedos, donde cuando se les levantan de sus encames las reses se desplazan mucho más que en otras zonas de mayor espesura.