LA ENFERMEDAD DE AUJESZKY SU AFECCION A LOS PERROS DE CAZA

LA ENFERMEDAD

Esta enfermedad, también conocida como “pseudorrabia”, fue descrita, por primera vez, por el Dr. A. Aujeszky (húngaro) en 1902. Es producida por el herpesvirus porcino 1 (PHV-1 o SuHV1), es endémica en casi todas las partes del mundo y puede afectar, con diferentes grados de gravedad, a varias especies animales, cerdos, vacas, ovejas, gatos, perros, mapaches, etc.
En el cerdo doméstico, esta enfermedad adquiere una especial relevancia sanitaria y económica. Está muy controlada en las explotaciones porcinas estabuladas, pero no tanto en las explotaciones de carácter extensivas, en las cuales los cerdos pueden tener contacto con jabalíes.

EL JABALÍ

Es una enfermedad endémica de los jabalíes salvajes, son un reservorio, con una prevalencia que, en algunas zonas, puede llegar al 30 % de la población (seropositivos), su control es imposible por el carácter salvaje y libre de estos animales. cuanto mayor es la población de jabalíes en un territorio, más fácil es el contagio por contacto entre ellos. Los jabalíes se infectan por contacto directo entre ellos o por consumo de carne infectada, pues son animales carroñeros. Pueden transmitir esta enfermedad al ganado doméstico.
Tiene especial incidencia en aquellos territorios donde la población de jabalíes es muy numerosa, situación que ocurre en los Parques Naturales y otras zonas protegidas, en las cuales la caza está prohibida.

LA ENFERMEDAD DE AUJESZKY Y LA CAZA

Los perros de caza pueden contagiarse de esta enfermedad por contacto directo con los jabalíes infectados, al morderlos durante el desarrollo de las batidas o monterías o por consumo de la carne o vísceras crudas de estos animales, cuando están infectados.
Los primeros síntomas aparecen a los 2 – 6 días de la infección, grandes picores (generalmente en la cabeza), vómitos, diarrea, dificultad respiratoria, alteraciones neurológicas y la muerte puede ocurrir en menos de 24 o 48 horas. El diagnóstico exacto de esta enfermedad requiere pruebas de laboratorio realizadas por un veterinario. Actualmente no tiene tratamiento y la muerte del perro es prácticamente segura.
Ante la sospecha de esta enfermedad o sus primeros síntomas, se debe aislar al perro y contactar con un veterinario quien nos dará las instrucciones oportunas.

PREVENCIÓN

Como en toda enfermedad, es muy importante la prevención y más en este caso que no tiene tratamiento ni curación. Las medidas que debemos adoptar son:
Limitar, en lo posible, el contacto de los perros con los jabalíes heridos o muertos. Es importante para su formación cazadora que el perro, al llegar al animal cazado lo muerda, es el premio a su labor bien realizada, pero debemos retirarlo, con suavidad y cariño, cuando ya han mordido un rato, sin que muerdan en exceso.
Evitar el consumo por los perros, tanto en casa como en el monte, de carne o vísceras crudas de jabalíes. Una cocción mínima a 70º entre 30 y 60 minutos es necesaria para inactivar el virus.
Evitar que los perros coman restos o cadáveres de animales que puedan encontrar en el campo.
Aislar a los perros con síntomas sospechosos para evitar contagios a otros perros y avisar inmediatamente al veterinario.

TRATAMIENTO

Actualmente no existe tratamiento para los perros y su muerte es prácticamente segura. Existen vacunas para el cerdo, pero por su carácter salvaje y libre es imposible vacunar a todos los jabalíes. En este momento no disponemos de vacunas específicas para los perros.

NO ES UNA ZOONOSIS

Es importante tener en cuenta, para nuestra tranquilidad, que esta enfermedad no es una zoonosis, pues no afecta a los humanos.