ADECANA HOMENAJEA A LOS PERROS DE CAZA MAYOR Y A SUS PERREROS

SIN EL TRABAJO QUE EFECTUAN NO SE PODRÍAN CELEBRAR LAS BATIDAS DE CAZA MAYOR

 

 

Muchos de los lectores, más si cabe si no son cazadores, se creerán que una batida de jabalí consiste en algo tan simple como ir al monte, colocarse en unos puestos y esperar que los jabalíes pasen por las posturas, pero para esto ocurra detrás hay un trabajo enorme de unas personas llamadas perreros o resacadores que desde ADECANA creemos que no se valora como se debería y que hay que homenajear.

La labor de los perreros y sus perros de caza son fundamentales para el desarrollo de las batidas de caza mayor, ya que sin ellos no se podría batir el monte y mover hacia las posturas los jabalíes que habitan en ellos, aportando a la batida sus rehalas de perros en beneficio del resto de los integrantes de la cuadrilla, formando todos juntos bajo el mando del jefe de cuadrilla un equipo perfectamente conjuntado para disfrutar de una caza tan pasional y tan navarra como son las batidas de jabalí con perros de rastro, principalmente sabuesos y grifones acompañados de algunos podencos.

COSTO DE LAS REHALAS DE PERROS

 

 

Pero el hecho de tener una rehala de perros de jabalí no es tan sencillo como parece, ya que los perreros, además de una afición sin límites al perro de caza y a la gran cantidad de horas que utilizan en la selección de los ejemplares más aptos de las mejores razas de perros de rastro y a su enseñanza, tiene un costo económico importante para sus propietarios, ya que tienen que  tener un lugar adecuado para guardarlos, limpiarlos, cuidarlos y alimentarlos con los mejores piensos todo el año, ya que muchos son verdaderos atletas que recorren un montón de kilómetros en cada cacería, no olvidando el coste que supone el dotarlos de los modernos collares de radiolocalización para tenerlos en todo momento controlados, el costo de vacunas y operaciones de los perros heridos por los colmillos de los jabalíes, así como la reposición de los que mueren en combate con los grandes machos de jabalí que se enfrentan a ellos.

LABOR QUE REALIZAN EN EL ESTUDIO DE DONDE SE COLOCAN LOS PUESTOS

En los Planes de Ordenación de cada coto están previstas unas zonas llamadas de resaque que se cazan de forma independiente cada día en las cuales se han dispuesto unas líneas de puestos que no se colocan porque si, sino que han sido objeto de un riguroso estudio de las sendas por donde año tras año se desplazan los jabalíes, colocando las llamadas “esperas” en los lugares más adecuados para ello, labor en la que tienen mucho que decir los perreros ya que son generalmente los que mejor conocen el monte y las costumbres y querencias de los animales, y esto lleva mucho tiempo que solo se adquiere con la experiencia y muchas horas en el monte.

COORDINACION DE LA CACERÍA A TRAVES DE LOS WALQUITALKIES

 

 

Una función  muy importante que realizan los perreros es que no solo guían a sus perros en la batida de caza, sino que conjuntamente con el jefe de batida realizan a través de los walquitalquies una importantísima labor de coordinación para toda la cuadrilla, avisando a los puestos si han levantado alguna manada de jabalíes, si es un macho adulto, o si se trata de hembras con crías para que no les disparen, dirección que están tomando, hacía que puestos van, etc…y por supuesto con el jefe de cuadrilla avisar a las posturas cuando han terminado de batir el terreno y se puede dar por “levantada” la batida, con el fin de que los cazadores descarguen sus armas, las guarden en sus fundas, y regresen al “punto de encuentro” donde empezaron la batida.

Otra labor a destacar de estos esforzados cazadores es que muchas jornadas, tras acabar la batida, muchas veces tiene que ir a buscar algunos de los perros más punteros que han podido alejarse detrás de la caza, algo que hoy en día con los collares  de radiolocalización lo tienen un poco más sencillo que cuando estos aparatos no existían.

Carmelo Redín, resacador de Lumbier, comenta que” la labor del resacador es importante aunque a veces es ingrata, esto es como un equipo de futbol, hay gente que mete los goles y se lleva los trofeos y se lleva los premios. Nuestra labor es conocer el monte, buscar los jabalíes, moverlos, que a veces nos cuesta mucho, a veces nos cuestan disgustos cuando estos jabalís grandes y malos no quieren salir del monte, y al final los perros se juegan la vida, y en muchos casos salen malparados, pero luego te da una satisfacción importante, cuando sale un jabalí de esos duros que al final llega a las punterías y ves que todo ha acabado bien, pero bueno, hace falta un conocimiento importante”.

 

 

Alfredo Chourraut Jefe de Batida del coto de Nagore y amante de los perros de rastro alaba la labor de los perreros, “ya que son unas personas que cuidan muchísimo a sus animales, invirtiendo mucho tiempo y dinero en esta loable labor, son los más sacrificados de las batidas, que sin ellos no se podría hacer las cacerías, resaltando que “tienen que estar los 365 días del año cuidando y atendiendo a sus perros, para que el resto de la cuadrilla podamos ir a cazar 40 dias, son los más sacrificados de la cuadrilla, los cazadores terminamos la cacería pero ellos a veces se tienen que quedar para buscar sus sabuesos o los grifones”. Alberto puntualiza que “Hoy en día sin resacadores no podría haber cuadrillas de caza mayor, más si cabe cuando actualmente los jabalíes cada vez es más difícil sacarlos del monte, enfrentándose a los perros y a los propios perreros que algunas veces incluso se tienen de defender de sus acometidas”.