LA PASA DE LA PALOMA TIENE SU CITA CON EL CAZADOR NAVARRO

EL GRUESO DE LA MIGRACÍON OCURRE CADA VEZ MAS TARDE Y MAS DE GOLPE

La caza de la paloma migratoria desde los puestos goza de gran tradición en muchos pueblos de Navarra, más en la zona norte y en centro como en la zona sur. Se trata de una forma diferente de disfrutar ver la caza y muchos otros aspectos que la rodean como la gstronomía y la amistad con tus compañeros de mus mucho más intensa de lo que nos podamos imaginar, Esta modalidad de caza es una pasión de muchos cazadores navarros que, al igual que  hicieron sus padres y sus abuelos  guardan buena parte de sus vacaciones para cazar junto a sus amigos, trabajando con antelación en la preparación de sus chabolas y en la adecuación de puestos en lo alto de las hayas, esperando que por fin se llenen los cielos de miles de palomas compensen con creces la larga espera.

Hace muchos años las fechas más propicias para la caza de la paloma eran la semana anterior y sobre todo posterior al 12 de octubre, festividad de  la Virgen del Pilar, decreciendo paulatinamente conforme se acerca el fin de mes, pero lo que ocurre cada vez con más frecuencia es que tarden en pasar quedándose en la zona de las Landas Francesas donde tiene abundantes maizales para alimentarles, hasta que llegan los primeros fríos y aprovechando el viento norte atraviesan los collados miles y miles de ellas muchas de ellas a dos y tres tiros de distancia. Ya que no olvidemos que esta especie tiene una gran inteligencia y recuerda donde en años anteriores se les tiró viajan elevando los bandos lo que pueden para ponerse fuera del alcance de las escopetas.

Un condicionante muy importante para la caza de la paloma migratoria depende de la meteorología y más en particular de la gran importancia de los vientos. En primer lugar es necesario que el tiempo esté despejado, ya que la lluvia, los temporales o la niebla impiden la migración. En segundo lugar, lo ideal que haya viento sur o bochorno, ya que con ello los bandos van contra el viento acercándose a los collados muy cercanas a las copas de los árboles y facilitando a los cazadores el poder efectuar sus disparos más cerca. Por el contrario, los días de viento norte las palomas los cruzan con viento de cola a gran altura y velocidad, lo que dificulta o impide su captura al cruzar estas fuera de tiro o en los límites del mismo. Esto en grandes líneas es lo que ocurría antes, ahora ha cambiado bastante.

EL CAMBIO EN LA TENDENCIA MIGRATORIA SE PRODUJO A PARTIR DE LOS AÑOS 90

Desde mediados del siglo pasado hasta mediados de los años 90 Navarra era un lugar privilegiado para la caza de la paloma torcaz de la que se estima que hay en Europa unos 10 o 12 millones de ejemplares, migrando entre 3 y 4 millones de ellas, cazándose muchas de ellas en los puestos que están instalados en muchos cotos de Navarra,  siendo los mejores los de la zona oriental del Pirineo, con zonas míticas como  Valcarlos, la zona del Orhy con Guibelea, Quinto Real, Belate, Baztán, etc, y unas segundas líneas y terceras líneas en el pre pirineo, zona media y ribera, donde este años en días concretos se han llevado a cabo aceptables perchas para lo que estaban acostumbrados estos últimos años.

 

 

LA INSTALACION DE PUESTOS EN FRANCIA Y EL CAMBIO CLIMATICO HA MODIFICADO LA MIGRACION

Hace unos 20 o 30 años  la situación era privilegiada, ya que existía por aquel entonces una normativa en Francia que no permitía instalar puestos por encima de los 600 metros, lo que implicada que los inmensos bandos de palomas llegaban a la frontera prácticamente sin tirotear y sin  perturbar su dirección.

Sin embargo, a partir de esa época, la instalación de decenas de líneas  de puestos hasta la frontera española donde antes no existían, donde los cazadores franceses las tirotean sin cesar, elevando los bandos a cada disparo y a su vez desplazándolos debido al viento dominante de suroeste cada vez hacia subvalles más occidentales, desviando la migración ahora de oeste a este, provocando que hoy en día pasan mucho más  desde Belate hasta la vecina Guipúzcoa cruzando incluso por el mar donde cruzan hacia Burgos camino del centro de la península y de las dehesas del sur donde pasan el invierno.

Por si lo anterior no fuera suficiente para afectar la migración hay otros aspectos que la han modificado, como es el cambio climático y la abundancia de grandes cultivos de maíz en la zona de las Landas, lo supone que en esta zona del Sur de Francia se cobijan hasta muy avanzada la temporada miles y miles de palomas donde tienen suficiente alimento, y donde gracias a la climatología más benigna aguantan hasta finales de mes sin tener que emigrar, y solo con la llegada del aumento de frío aprovechan los días de viento norte, y en muy pocos días se pone en ruta hacia el sur pero de forma transversal aprovechando el viento norte volando a varios tiros de escopeta. No olvidando que las palomas son aves muy listas, y donde han sido tiroteadas aprenden de padres a hijos buscando rutas alternativas más seguras.

BALANCE DE LO QUE VA LA TEMPORADA: TODAVÍA QUEDA LA MITAD DE LA MIGRACION POR PASAR

De los tres o cuatro millones de palomas que se estiman que cruzan en otoño los collados navarros por los conteos se ha calculado que ya han pasado un millón y medio, por lo que resta igual número de ejemplares está pendiente de pasar, aconsejando que los cazadores no bajen la guardia ya que todavía tendremos algunos días buenos con lo que disfrutar.

Haciendo un balance por zonas y fechas, el lunes 22 a la tarde y el martes 23 de esta semana fue el día en la que más cantidad de palomas pasaron, principalmente por la zona de Lindux y Orhi donde se pudieron observar bandos de 5 minutos de duración, pero al hacerlo con viento norte lo hacían a 100 metros de distancia, poniéndose al alcance a los cazadores algunos ejemplares que volaban debido de ella, beneficiándose de la gran pasa las líneas secundarias como Lumbier donde las veían pasar y sobre todo Aibar, antaño zona muy propicia  donde se han obtenido aceptables perchas, así como zonas otras veces menos propicias destacando Andosilla donde han tenido algún día muy bueno.

Por lo tanto, que estén atentos los cazadores que con la llegada de los fríos que han llegado este fin de semana van a propiciar que el siguiente golpe migratorio traiga los bandos que faltan por pasar.