LA GRAVE AFECCION MEDIOAMBIENTAL QUE OCASIONAN LOS INCENDIOS

EL GOBIERNO DE NAVARRA DEBERÍA REGULAR LA ALTURA DE CORTE DE LAS COSECHADORAS Y EMPACADORAS

Los incendios que se ocasionan en verano en Navarra tienen diferentes orígenes: unos naturales, como los ocasionados por los rayos, y otros ocasionados por la acción del hombre como barbacoas, cristales abandonados, colillas, quema de rastrojos etc., ante los que el Gobierno de Navarra establece desde hace años una serie de recomendaciones, lo cual está muy bien, pero teniendo conocimiento  que muchos de ellos son ocasionados por las chispas generadas por los peines de las cosechadoras y empacadoras contra las piedras del terreno que están instalados lo más cerca posible del suelo, ADECANA estima que no estaría de más el regular este minimo de altura, de unos 15 o 20 centímetros, no solo para evitar este tipo de fricciones, sino para conseguir que se quedaran unos rastrojos más altos en beneficio de la fauna esteparia.

 

 

Si no hubiésemos tenido bastante con los numerosos incendios que ocurren en Navarra en los últimos años, el ocurrido el martes pasado en el Vedado de Eguaras ha vuelto a poner en entredicho el peligro que ocasionan las citadas chispas, que en este caso han afectado a un 80% de este espacio declarado Reserva Natural de gran riqueza medioambiental y faunística. Según confirmó el Director General de Medio Ambiente, Pablo Muñoz, “el fuego se originó a través de una chispa que se generó al rozar las cuchillas de una cosechadora con las piedras del campo de cereal en el que estaba trabajando”.

Recomendaciones del Gobierno de Navarra para cosechar

Con el fin de minimizar los riesgos y evitar accidentes que ocasionen incendios, el Gobierno de Navarra recomienda:

En una primera fase, realizar una revisión previa de la maquinaria para detectar posibles fricciones de las partes metálicas (barra de corte, patín etc.) e instalar matachispas en los tubos de escape.

Antes de iniciar los trabajos, evitar la cosecha entre las 12 h y las 19 h en los días que se den las siguientes condiciones: una temperatura superior a 30 º C, una humedad relativa inferior al 30 % y una velocidad de viento superior a 30 km/h, recomendando disponer de extintores o mochilas sulfatadoras con capacidad mínima de 12 litros a base de agua y evitar los extintores de espuma.

Disponer de batefuegos y mochilas extintoras; desplazar al campo de labor un tractor equipado con un apero que ayude a realizar un cortafuego, como primera medida en el caso de producirse un conato de incendio, perimetrar la zona de ignición; y, por último, situar a una persona que haga labores de vigilancia para que, en caso de conato, pueda avisar inmediatamente a los servicios de emergencia.

Durante la cosecha, se recomienda comenzar la labor con una pasada perimetral y, si fuera posible, dar un laboreo con tractor y apero; continuar por el extremo de la finca opuesto a la dirección del viento y cosechar haciendo fajas perpendiculares a la dirección del viento; y, en terrenos pedregosos o en pendiente, reducir la velocidad de avance y levantar el peine de corte.

 

 

Medidas complementarias que se deberían incluir

Las medidas citadas están muy bien, pero desde ADECANA echamos en falta una regulación que establezca las pautas que efectivamente deban de cumplir las cosechadoras y maquinas recolectoras de paja en las que se incluya por ejemplo:

  • Que la distancia mínima de los peines de corte hasta el suelo sea de 15 o 20 centímetros, eliminando con ello la posibilidad de que se formen las temidas chispas que pueden provocar los incendios, posibilitando además con ello que queden unos rastrojos en condiciones de habitabilidad y protección de la fauna que habita en ellos.
  • Que se respete una mínima cobertura del suelo en las parcelas de secano desde la recolección hasta el 1 de septiembre.
  • Implantar la instalación en las maquinarias recolectoras y de recogida de paja de dispositivos espanta fauna.
  • Que no se permita el recoger la paja de noche, ya que los animales salvajes, con el ruido y los focos de la maquinaria, entran en pánico, se desorientan muy fácilmente y acaban fatalmente engullidos por la maquinaria.
  • Que se limite la velocidad máxima que se pueda desarrollar en este tipo de trabajos, así como la anchura de los rastrillos empleados  en la recolección, ya que tanto la excesiva rapidez con la que trabajan, como la referida anchura y profundidad del corte causan graves afecciones medioambientales.
  • Y si ello en algunos casos supone una merma de los ingresos de los agricultores, ya sea por la pérdida económica que les pueda suponer una menor venta de paja, o tener que dejarla en el campo hasta el 1 de septiembre, esto es algo que se puede y debe subvencionar para no salgan perjudicados económicamente, ya que es en beneficio del medio ambiente.

Jose Mari Agramonte, Presidente de la Comunidad de Bardenas, ha afirmado que “las zonas que tienen un alto valor medioambiental, como es el caso del Vedado de Eguaras, no solo tienen que tener una regulación de protección, sino que efectivamente tiene que tomarse medidas para que esta sea efectiva, por lo que habrá que revisar los protocolos y actualizarlos en todos los aspectos, tanto técnicos como económicos”.

Convenio de colaboración de la UAGN con la universidad Pública de Navarra

Destacar al respecto que la UAGN colabora con la Universidad Pública de Navarra en un proyecto de prevención denominado AGROINC del impacto ambiental de incendios provocados por cosechadoras de cereales, ya que los daños medioambientales que ello acarrea pueden ser muy importantes debido a las condiciones en las que se producen.

El objetivo de este proyecto es evaluar su impacto ambiental y establecer buenas prácticas durante la cosecha para su prevención, habiendo preparado la UAGN una completa encuesta dirigida al colectivo de agricultores poder realizar una evaluación de la situación y conocer la experiencia del sector y los puntos críticos en los que se inician los incendios, evaluar su impacto ambiental y establecer buenas prácticas para su prevención.