PARA PREVENIR DAÑOS URGENTEMENTE, LA CAZA DEBE SER CONSIDERADA UNA ACTIVIDAD ESENCIAL

EL CORONAVIRUS Y LA INACCIÓN DEL GOBIERNO PUEDEN ACABAR REVENTANDO LA ECONOMIA DE LAS SOCIEDADES

Navarra tiene una población estimada de unos 40.000 jabalíes, y gracias a los cazadores, algo que parece que no se dan cuenta algunos políticos, sus poblaciones se controlan a través de su caza durante gran parte del año, principalmente en batidas y si es necesario mediante esperas nocturnas, extrayendo del medio natural unos 15.000 jabalíes anuales, varios miles de corzos y cientos de ciervos, minimizando con ello los daños que estos ocasionan, tanto en los cultivos agrícolas, como en la causación de accidentes de circulación, así como en la transmisión de enfermedades al ganado doméstico como la tuberculosis bovina o la peste porcina, Esta loable actividad que realizan los cazadores precisamente no les salen gratis, sino que tiene un importante costo económico ya que abonan el importe de los arrendamientos a los ayuntamientos, que en muchos casos es su principal fuente de ingresos, adquisición y mantenimiento de los perros, armas, cartuchería, desplazamientos, etc.

 

 

Hace unos 15 años en Navarra había unos 35.000 cazadores, pero la errónea política de la administración poniendo cada vez más pegas y limitaciones para cazar y la falta de formación en los colegios de lo que es la caza bien hecha y los beneficios que conlleva su aprovechamiento sostenible está consiguiendo que actualmente su número de efectivos disminuya año tras año siendo actualmente de unos 24.000 cazadores. Ello ha conllevado que cada vez más asociaciones de cazadores han tenido que completar sus efectivos con cazadores de otras comunidades, principalmente guipuzcoanos, los cuales al no tener en su tierra cotos acceden gustosos a formar para de las cuadrillas de caza mayor que hay en Navarra. De hecho hay sociedades, como por ejemplo la de Gallipienzo, donde una gran parte de sus cuadrillas de caza mayor la forman cazadores vascos que además traen sus jaurías de perros, y que por lo tanto son imprescindibles para realizar el necesario control cinegético de esta especie de caza mayor, con el consiguiente aumento de daños en la agricultura.

Esta situación se ha visto agravada con las medidas que el Gobierno de Navarra ha dispuesto a causa del COVID, al imponer un confinamiento perimetral de la Comunidad, pero no considerando la caza de especies de caza mayor en batida y la caza de conejos en la margen derecha del Ebro como la actividad esencial que es por ser el mejor medio para el control de poblaciones que causan daños y tener un bajísimo riesgo de contagio por coronavirus, impidiendo el acceso, tanto a los cazadores que vienen de fuera, como limitando la movilidad de los navarros que realizan la misma actuación en otras comunidades vecinas donde tienen idéntico problema que aquí.

 

 

A entender de ADECANA, si la Administración foral no hace nada al respecto en los dos meses hábiles de caza que quedan, los graves daños que actualmente ya se están ocasionado en los campos ya sembrados no van ser nada comparados con los que se pueden ocasionar cuando los cultivos crezcan en primavera y principio del verano, ya que a las actuales poblaciones de ciervos, corzos, jabalíes y conejos se les sumaran las camadas de los que no se han extraído, con el agravante que las cuantiosas pérdidas que sin duda se van a ocasionar se van a reclamar a los titulares de los aprovechamientos cinegéticos por ser legalmente sus responsables, algo que se podría trasladar a la Administracion foral por impedir el control de las especies que los ocasionan.

La actuación del Gobierno de los Departamentos de Sanidad e Interior del Gobierno de Navarra en este problema resulta a todas luces incongruente, ya que por un saludo desde sanidad se insta a los cazadores a que eliminen cuanto mas jabalíes mejor, por los problemas que están causando en la transmisión de enfermedades, pero cuando desde ADECANA se solicita ayuda al Departamento de Medio Ambiente para desbloquear esta situación, este no pone pega alguna para solucionar el problema, pero se remite al de Interior que es el que dicta la normativa, y cuando te diriges a este, a su vez se remite al de Salud, y cuando te diriges al segundo, vuelve a “echar la pelota” al anterior, y así sucesivamente mirando todos hacia otro lado sin solucionar el problema.

Ante ello, desde ADECANA nos preguntamos, ¿Cuanto tiempo los cazadores navarros vamos tener que esperar a que la presidenta del Gobierno de Navarra tome cartas en el asunto y convoque a los responsables de estos tres departamentos y les inste a resolver ese grave problema? Y a su vez, ¿cuándo va a contactar con el Presidente de la Comunidad Autónoma de Aragón, que encima es de propio partido, para coordinar y autorizar el acceso de los cazadores navarros que cazan en los cotos de Aragón?