EL ANIMALISMO RADICAL AMENAZA AL MUNDO RURAL

UN SECTOR DE LOS ANIMALISTAS SE ESTÁ PASANDO AL MUNDO DE LA DELINCUENCIA, SABOTEANDO PUESTOS DE PALOMAS Y CHABOLAS DE CAZADORES

 

 

Mientras en España los gobiernos todavía no le están dando la necesaria importancia a los delitos medioambientales ocasionados por activistas radicales, en otros países,  principalmente Reino Unido, Suecia, Italia y EEUU donde está considerado como una de las 10 principales amenazas terroristas, llevan 20 años tomando muy en serio la lucha contra las acciones criminales que los más fanáticos de estos grupos cometen.

Los objetivos de esta minoría son el acabar con el sometimiento de los animales al hombre defendiendo la igualdad de derechos entre los animales y las personas, pretendiendo sin tener en cuenta los perjuicios que ello ocasionaría la prohibición de la caza y la pesca, la tauromaquia, la ganadería, y todo tipo de actividades donde se utilicen animales, yendo en definitiva en contra del mundo rural y las personas que habitan en el agro.

Pero para ello no se limitan a defender sus ideas de acuerdo con la legalidad como hace el resto de la ciudadanía respetando los derechos de los que no opinan como ellos, sino que sus activistas más radicales han traspasado una peligrosa línea al realizar todo tipo de actividades delictuales con daños a bienes y a personas que están sancionadas en el Código Penal, incluso penadas con cárcel, así como responsabilidades civiles por los daños y perjuicios que puedan ocasionar sus autores.

AUMENTO DE ESTE TIPO DE DELINCUENCIA EN NAVARRA

En Navarra donde la práctica totalidad de sus zonas rurales está formada por cotos de caza, este tipo de acciones delictuales está creciendo a través de sabotajes a instalaciones del mundo de la tauromaquia, suelta de animales de granjas,  la rotura y quema de palomeras y de casetas de cazadores, etc, así como amenazas e insultos de todo tipo, incluso de desear la muerte a sus practicantes. Recientemente han sido saboteadas palomeras en Andosilla, en Añorbe, en el Perdón, o el Quinto Real, y a pesar de que la práctica totalidad de las mismas se ha denunciado, por ahora las sociedades de cazadores todavía no tienen noticias de castigo a los culpables, por lo que sus autores tendrán que pechar con los daños que están ocasionando a una actividad legal y consuetudinaria desde hace siglos en Navarra, tal como ya está sucediendo en otros países en los que ya habido condenas por este tipo de hechos que no tienen justificación alguna.

 

 

ESTE TIPO DE ACTUACIONES PERJUDICA A LOS CAZADORES Y AYUNTAMIENTOS

La mayor parte de las acciones de este tipo que hace meses se han llevado en Navarra, principalmente derribo y quema de palomeras se han producido al finalizar la temporada palomera del año 2018 han sido reivindicadas a través de Pintadas y comentarios en la red por el autodenominado Frente de Liberación Animal, hechos que ya han sido denunciados ante la Guardia Civil, Policía Foral y Nacional por las sociedades de cazadores y Ayuntamientos afectados y que está siendo seriamente investigadas por ello, por lo que desde la Asociación de Cazadores Navarros ADECANA esperan que den sus frutos y encuentren a sus causantes para ser llevados ante los Tribunales para que respondan por ello, informando a los cazadores que no solo denuncien cuantos hechos se produzcan sin ocasionar el mas minimo altercado con sus causantes, sino que denuncien cuantas informaciones y comentarios que salgan en chats y redes sociales que puedan ser objeto de comportamientos delictuales.

Indicar que los afectados no son solo las sociedades de cazadores titulares de los aprovechamientos cinegéticos, sino que muchos de estos puestos son de titularidad municipal, ya que son anualmente subastados al mejor postor, obteniendo por ello importantes ingresos económicos necesarios para el sostenimiento económico de estas entidades locales y el pago de los servicios sociales a los habitantes que viven en estos pueblos, ocasionando con ello un evidente perjuicios económico a los ciudadanos de estas zonas rurales.

Uno de los ejemplos más graves es el que ocurrió el pasado mes de octubre en Andosilla, donde un fanático animalista de 28 años, el que a pesar de que en la zona estaban cazadores en los puestos cazando palomas, prendió fuego al pinar de las palomeras del pueblo, ocasionando un grave perjuicio medioambiental, que no fue a mas gracias a los bomberos y los cazadores que les ayudaron a sofocar el incendio, quemándose una hectárea de pinar. Además de los daños causados a parte de las instalaciones, siendo detenido gracias a la colaboración de los cazadores por la Guardia Civil como presunto autor de un incendio con la intención supuestamente de sabotear puestos de caza.

Tal como contaron los cazadores a fuentes de palomeando.tk estos manifestaron que  «Estábamos en los puestos y de repente ha empezado a salir humo. Cuando un compañero ha bajado, alguien había prendido el pinar». Sus compañeros cazadores han visto salir huyendo un coche azul a toda velocidad por un camino cercano. Les ha dado tiempo a apuntar la matrícula, información crucial para que la Guardia Civil lo haya detenido en pocas horas.” Uno de los cazadores manifestó que «si llega a soplar el fuerte viento norte del martes y miércoles, nos quedamos sin puestos y sin la zona de pinares».

 

 

Desde ADECANA su vicepresidente Jose Mari Agramonte afirma al respecto que “ los animalistas cada vez están mas alejados de la realidad ya que sus reivindicaciones parten de unas premisas totalmente equivocadas”, “los animalistas no tienen en cuenta que el sector cinegético somos una pieza fundamental del equilibrio y la regulación ecológica ya que los cazadores somos unos de los que más cuidamos el campo regulando con el asesoramiento de los técnicos los animales que lo habitan”, Este reconocido cazador y gestor de un parque natural recuerda que uno de los mejores ejemplos de la labor que hacemos los cazadores es con la caza del jabalí evitando muchos daños en las carreteras y en la agricultura y la proliferación de enfermedades”. “Veo totalmente contraproducente que se metan con la caza que bien gestionada ocasiona beneficios, pero que nada protesten por los daños que la transformación agraria está produciendo en el ecosistema navarro.